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Cómo detectar textos de IA (y por qué esto está arruinando el SEO de tu web)

Si quieres posicionar tu web en Google, este tema es de los más importantes que podemos poner ahora mismo encima de la mesa: los textos escritos con IA. ¿Posicionan? ¿No posicionan? ¿Vale la pena usar IA para tus textos? ¿Cómo detectar textos generados por IA? Seguramente te han asaltado todas estas preguntas ahora que el posicionamiento en las IAs está en boca de todos.

Quería hablar de este tema porque hay mucha desinformación al respecto, y además es algo crítico para el SEO. Y como especialistas que somos en en esta disciplina, en Extremo Virtual nos gusta contribuir a desmitificar cosas y ayudar un poco a aquellos que se adentran en este campo tan incomprendido e inacabable.

Empecemos por lo más importante: ¿cómo puedes identificar si un texto está escrito con IA o no? Lo cierto es que hay muchas herramientas que pueden hacer este trabajo por ti (luego hablaremos de ellas), pero es importante que sepas cómo hacer esta revisión y diagnóstico por ti mismo.

Cómo detectar por ti mismo si un texto está generado con IA

Antes de hablar de las herramientas online que puedes utilizar como detectores de contenidos hechos por IA, conviene que aprendas a identificar por ti mismo este tipo de textos.

¿Por qué? Primero, porque todo lo que sea ganar autonomía hoy en día, va a ser bueno para ti. Tener ese «ojo clínico natural» para ver si la IA está tras un contenido te sirve como primer examen o filtro, o para saber cuándo sospechar. En este mundo en el que ya hay herramientas para todo, a veces es recomendable meterse en el barro para entender y revisar críticamente las cosas por nosotros mismos.

Y en segundo lugar, lo olvides que tampoco podemos estar 100 % seguros de que los detectores de IA nos digan la verdad (ya que la IA cada vez es más sofisticada, creativa e imita mejor a los humanos).

Así que, sin más dilación, estos son los aspectos en los que te debes fijar para saber si un contenido está escrito con IA:

1. Uniformidad del contenido a nivel estructural, estilístico y sintáctico

Es muy probable que un texto hecho por IA sea muy monótono, con frases y estructuras que se repiten y un estilo muy rígido a nivel expresivo. Si observas las siguientes señales, debes sospechar:

  • Los párrafos tienen todos una estructura muy similar entre ellos.
  • La estructura de las frases se repite continuamente.
  • El texto tiene un ritmo constante, sin las variaciones naturales que caracterizan a la escritura humana.
  • Se usan todo el rato los mismos conectores (“además”, “por otro lado”, “en conclusión”).

2. Previsibilidad del contenido, generalidades, superficialidad

Otro punto bastante indicativo de que un texto está hecho por IA es la superficialidad, o falta de profundidad. Es muy típico de las IAs ofrecer respuestas simples, evidentes, manidas o complacientes, en vez de textos originales en los que se ofrezca una perspectiva diferente, insólita o más elaborada. Algunos síntomas de esto son:

  • Las textos suenan correctos, pero no dicen nada útil o concreto que vaya más allá de lo obvio.
  • Las explicaciones son innecesariamente amplias, al ser muy generales.
  • No se dan ejemplos reales, datos específicos o referencias de calidad.
  • El texto «no se moja». Evita comprometerse u ofrecer una opinión o visión concreta de las cosas.

3. Repeticiones innecesarias

La reiteración es una de las señales más recurrentes. Los textos hechos con IA:

  • Repiten frecuentemente ideas usando otras palabras (a veces ni siquiera se molestan en reescribir).
  • Utilizan frases redundantes para intentar rellenar más espacio.

4. Tono neutro, impersonal y excesivamente correcto

Los textos de IA suelen ser aburridísimos, no solo por el contenido que dan, sino también porque no poseen estilo personal ni valoraciones subjetivas. Si se dan hechos como los siguientes, puedes estar prácticamente seguro de que estás ante un contenido hecho con inteligencia artificial:

  • El texto carece de errores ortográficos o gramaticales.
  • No tiene modismos, frases hechas o argot particular.
  • El léxico es limitado: se usan las mismas palabras todo el rato.
  • El contenido no un posee estilo personal: da la sensación de estar leyendo un prospecto o un manual de instrucciones.
  • No transmite emociones.
  • No parece que haya alguien tras el texto que esté verdaderamente implicado con el tema del que se habla.

5. Incoherencias sutiles (y no tan sutiles)

Si en algo la IA falla más que una escopeta de feria es en la precisión y verificación de la información. Incluso siendo tan general en sus explicaciones, cuando introduce datos concretos es muy fácil que caiga en contradicciones al escribir un texto. Y no solo en los datos, sino también en sus propias argumentaciones e interpretaciones sobre ellos.

Estos son algunos de los errores habituales que comete en este sentido:

  • Da varios datos o informaciones que se contradicen entre sí o que son incompatibles.
  • Pone ejemplos que no encajan completamente con el concepto planteado.
  • Cae en incongruencias a la hora de explicar los datos o realizar valoraciones.
  • Utiliza frases que suenan bien pero que, al analizarlas, entran en conflicto con alguna premisa anterior.

6. Ausencia de autoría y fuentes

Aunque esto se puede solucionar añadiéndolo a posteriori o indicándoselo en el prompt, es habitual que los textos de IA muestren una falta de referencias a experiencias personales o fuentes de autoridad. Además, a menos que se lo pidas, no emitirá juicios con un enfoque personal.

7. Datos inventados o dudosos, sin fuente (o con fuentes no contrastadas)

Otro problema por desgracia muy común. La IA, pese a su aparente fiabilidad, da muchos datos que se inventa o que proceden de fuentes de dudosa credibilidad. Lo podrás notar en que:

  • Da cifras redondeadas o demasiado «perfectas”.
  • Emplea informaciones inexactas, sin verificar o con una explicación incorrecta.
  • Confunde o malinterpreta los datos.
  • No cita el origen de los datos, empleando expresiones vagas como “los estudios dicen…”, «según las investigaciones», «los expertos señalan», etc.

8. Contenidos muy esquemáticos y con abundancia listados

Muchos modelos de IA tienden a organizar la información en listas, puntos estructuras muy calculadas y ordenadas. Esto ocurre porque las IA priorizan, por lo general, la claridad y la legibilidad, lo que las lleva casi siempre a elegir la forma más organizada (cuando el caos o el desorden es, precisamente, una de las cosas que nos caracteriza como humanos).

Las señales más típicas que te puedes encontrar son:

  • El contenido parece más un guion o un esquema que un texto fluido y bien desarrollado.
  • Se explican los conceptos por puntos o en listas, en vez de en texto corrido.
  • Hay un exceso de encabezados o subtítulos, incluso cuando no aportan valor a la lectura.
  • Los párrafos son breves, estilísticamente ortopédicos y excesivamente ordenados.
  • Cuando hay que explicar un proceso, en vez de hacerlo de manera narrativa, se opta por una estructura secuencial tipo «paso 1, paso 2, paso 3”.

9. Contenidos que se van haciendo más escuetos a medida que lees, como si el autor «se cansara» de escribir

Aunque la la IA no puede cansarse (habrá que empezar a preocuparse en serio cuando pueda experimentar ese tipo de sensaciones, jaja), sí suele que suele mostrar un patrón curioso: la calidad y la profundidad de las explicaciones a menudo disminuyen en la segunda mitad del texto.

Los modelos tienden a cerrar el tema rápido si no se les dan instrucciones muy detalladas. Además, cuando no encuentran material suficiente, empiezan a generar frases genéricas que no aportan valor. Y ante ello, el modelo prefiere concluir sin repetirse tanto, haciendo que el texto sea cada vez más pobre y rácano.

Es habitual ver este tipo de cosas:

  • Una introducción y primeros apartados más detallados o bien explicados.
  • La parte central empieza a generalizar y a repetir cosas ya dichas.
  • En los últimos apartados, vemos frases breves, poco desarrolladas, muy vagas.
  • Las conclusiones suenan apresuradas o innecesarias, y no aportan nada. Se limitan a sintetizar algunos puntos ya mencionados.
  • Las ideas se abandonan enseguida: se empieza a hablar de algo un párrafo y en el siguiente ya no se retoma.

10. Contenidos que intentan imitar el habla humana de forma demasiado exagerada y sin gracia

Si le pides a una IA generativa que escriba un texto con un tono más personal, peculiar, desenfadado, original, etc., lo intentará, pero te aseguro que en la inmensa mayoría de los casos, no lo conseguirá. Y es que los textos solicitados bajo esta directriz acaban resultando muy artificiales.

Las IAs que tenemos actualmente pueden intentar sonar humanas, atrevidas, reivindicativas, socarronas, dicharacheras y un sinfín de adjetivos que les des, pero lo harán de forma exagerada, sin personalidad propia.

O lo que es lo mismo, utilizan un lenguaje que, según sus estimaciones, encaje con lo solicitado, pero les queda forzado y poco natural. Porque no saben realmente leer entre líneas tal y como lo hacemos las personas, ni tienen desarrollado el humor como nosotros. Se limitan a imitar o recrear lo que se les pide, y casi siempre lo hacen de forma muy inocente y descarada, nada sutil.

Estas son las señales que puedes notar claramente en este tipo de textos:

  • Se usan expresiones coloquiales que no pegan con la tónica general del texto.
  • Chistes o guiños forzaos, sin gracia o que no tienen sentido.
  • Tono excesivamente entusiasta o emotivo sin que esté justificado.
  • Interjecciones poco naturales o que no se suelen usar en los textos escritos.
  • Frases motivacionales o mensajes prefabricados que no encajan con el discurso o el tema.

Mejores herramientas para detectar contenidos de IA

Ahora que ya conoces las claves y trucos para identificar sin ayuda textos hechos con IA, voy a dejarle, ahora sí, a la IA, que nos explique cuáles son las herramientas que puedes utilizar para detectar textos.

Lo que he hecho ha sido pasarle a ChatGPT un listado de los detectores de IA que solemos usar en Extremo Virtual y que nos han dado muy buen resultado (así que puedes estar seguro de que funcionan perfectamente). La descripción de los mismos corre a cargo de ChatGPT:

GPTZero

GPTZero es uno de los detectores más populares desde que aparecieron los primeros modelos de IA. Su gracia está en que analiza la “huella” típica de los textos generados por modelos: uniformidad, falta de variación sintáctica y ese ritmo monótono tan característico. Es rápido, sencillo y muy útil como primera prueba cuando sospechas que un contenido es demasiado perfecto para ser humano.

QuillBot

Aunque QuillBot es más conocido como parafraseador, también tiene un detector que sirve para ver si un texto está producido con IA. Es práctico y fácil de usar: pegas el texto, le das al botón y te devuelve una estimación de qué porcentaje y qué partes concretas del texto tienen IA. Viene bien cuando quieres una comprobación rápida sin complicarte demasiado.

Originality.ai

Este es uno de los detectores más fiables del sector profesional. Está pensado para editores, creadores de contenido y empresas que necesitan revisar grandes volúmenes de texto. Analiza la probabilidad de que el texto haya sido escrito por IA y, además, permite comprobar plagio. Ideal si buscas un análisis un poco más detallado.

Winston AI

Winston AI está muy orientado al ámbito educativo y editorial. Su interfaz es clara, el análisis es muy completo y es muy efectivo en la detección de patrones estilísticos típicos de la IA. Te marca las partes más sospechosas dentro del texto, lo que lo hace especialmente útil si quieres entender por qué algo parece artificial.

Turnitin

Turnitin es un clásico del mundo académico. Siempre ha sido referencia en la detección de plagio, y ahora también incorpora detección de texto generado por IA. Su mayor ventaja es que está integrado en muchas universidades, y eso le permite analizar los textos dentro de un contexto más amplio. Si estás en entornos educativos, es probablemente la herramienta más completa.

Por qué escribir contenidos de una web íntegramente con IA es perjudicial para el SEO

Escribir los contenidos de una web íntegramente con IA puede parecer tentador (rápido, barato y sin dolores de cabeza), pero a nivel de SEO es una pésima idea. Google no penaliza por usar IA en sí, pero sí penaliza todo lo que huela a contenido pobre, repetitivo o sin valor, y justo eso es lo que producen la mayoría de textos generados automáticamente.

Primero, porque la IA tiende a escribir pensando en lo genérico, y además lo que suele hacer es un refrito de todo lo que encuentra en internet y en su base de conocimiento. Esto hace que los textos de IA sean correctos, pero muy mediocres. Vamos, que no aportan nada nuevo, y eso es justo lo contrario de lo que quiere Google: experiencia, profundidad y una perspectiva que solo un humano puede aportar.

Segundo, porque los modelos de IA generativa suelen escribir basándose en la media, y por ello generan textos totalmente monótonos, con frases que se repiten, datos poco fiables y estructuras demasiado predecibles. Todo eso hace que el contenido se parezca a miles de páginas ya existentes, y eso la gente lo nota (no solo Google).

Además, llenar una web de contenido “de fábrica” genera otro problema: no construyes autoridad. Google valora cada vez más el EEAT (experiencia, especialización, autoridad y fiabilidad). Si tus textos parecen impersonales, sin criterio ni experiencia real detrás, es imposible que tu sitio se posicione bien en temas donde la competencia es alta (que en realidad son la gran mayoría de temas, hoy en día).

¿Significa esto que la IA es mala para escribir textos?

No. La clave aquí es cómo la utilices. Bien enfocada, guiada y, sobre todo, supervisada y enriquecida por ti, la IA puede ser una herramienta fantástica para acelerar el trabajo. Te permite crear borradores, estructurar ideas, proponer enfoques o ayudar a salir del bloqueo creativo.

El truco está en que el contenido final sea tuyo: que esté revisado, completado y nutrido con ejemplos ilustrativos, datos que respalden lo que explicas. Y que posea un estilo propio o una voz personal.

  • Usa la IA para borradores, esquemas, ideas.
  • Introduce información que no se haya dicho en ningún otro sitio.
  • Comunica tu experiencia real o tu opinión personal.
  • Adapta el texto al estilo de tu maca y aporta valor único.

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