En 2025, tener (una buena) presencia y visibilidad en buscadores no se consigue con técnicas estándar y métodos de posicionamiento básicos. Tu web necesita algo más que palabras clave y títulos llamativos: necesita contenido útil, auténtico y centrado en las personas.
Google ha dejado muy claro que su misión es ofrecer resultados que realmente aporten valor a los usuarios, y lo demuestra continuamente con la evolución de sus sistemas de posicionamiento. Lo cierto es que el «contenido de valor» es algo que se lleva repitiendo desde hace eones en internet, pero ¿qué es realmente el contenido de valor? ¿Qué estándares exige Google actualmente?
¿Qué significa hoy «contenido de calidad»?
El concepto de «contenido de calidad» evoluciona a medida que los usuarios aumentan sus demandas y buscan información más específica, clarificadora e innovadora. Paralelamente, Google actualiza constantemente su algoritmo para responder de forma más satisfactoria a esas nuevas exigencias de los usuarios.
En 2025, ya no basta con publicar artículos extensos repletos de keywords o rellenar tu sitio con publicaciones frecuentes que explican un tema superficialmente. Según las directrices de Google, el contenido que realmente importa es aquel que:
- Ofrece valor real y original.
- Está creado principalmente para ayudar al usuario.
- Muestra experiencia, conocimiento, autoridad y fiabilidad (las famosas EEAT).
- Ofrece una experiencia satisfactoria de lectura.
- Se distingue de otros por su perspectiva, profundidad o utilidad.
El contenido útil no nace del azar
Google enfatiza la idea de que su sistema no está centrado en recompensar la cantidad, sino la intención y la calidad. Los sitios que priorizan al usuario —y no al algoritmo— tienden a posicionarse mejor. Esto significa que crear contenido para manipular el posicionamiento, como usar IA para generar artículos exprés y en gran volumen, puede ser contraproducente.
EEAT: Pilares del contenido que inspira confianza y credibilidad
Uno de los aspectos que están marcando la agenda de los SEO en 2025 es la aplicación de criterios EEAT, o lo que es lo mismo: Experiencia, Conocimiento, Autoridad y Confianza. Aunque no es un factor de posicionamiento en sí, Google utiliza señales que reflejan estas cualidades para determinar qué contenidos merecen una mejor ubicación en los resultados.
En otras palabras, es un factor indirecto de posicionamiento, pero con un peso muy significativo en el análisis que Google realiza de un sitio web.
Esto implica que:
- Tu experiencia en el tema debe quedar reflejada.
- Debes mostrar conocimiento real y bien documentado.
- Tu sitio y tú deben tener cierta autoridad reconocida en el sector.
- Y, sobre todo, el contenido debe ser confiable, especialmente si aborda temáticas delicadas como salud, finanzas o bienestar, temáticas conocidas como YMYL (Your Money, Your Life).
El papel de la inteligencia artificial en la creación de contenido
El contenido generado por IA se ha convertido en una herramienta común, en muchos casos sobreexplotada y, sobre todo, mal utilizada. El uso de IA no es malo en sí, lo que Google penaliza es el uso irresponsable y poco transparente, es decir, la práctica de publicar en blogs o webs los textos generados por ChatGPT u otras IA, sin ninguna revisión ni aportación humana.
¿Te puede penalizar Google por usar IA? Sí, si usas mal
Lo que a Google realmente le importa es es que el contenido tenga calidad, sea original y le aporta algo útil o diferente al usuario. Y si no es así, malo. Según las nuevas directrices que han recibido sus evaluadores de calidad, si detectan que el contenido principal de una página está hecho casi todo con IA —y encima sin esfuerzo, sin creatividad y sin valor añadido— la calificación que recibirás será la más baja posible. Así de claro lo dejó John Mueller, uno de los responsables de Google, durante un evento reciente en Madrid.
Ojo, que esto no quiere decir que Google esté en contra del uso de la IA. Todo lo contrario: la ve como una herramienta potente si se usa con cabeza. De hecho, animan a usarla para crear contenido útil de formas nuevas y geniales. Pero, como pasa con cualquier herramienta, también se puede usar mal. Si solo la usas para generar contenido rápido, para rellenar o para copiar lo que ya está en otras webs, te irás directo al pozo de las penalizaciones.
Y hablando de copiar, Google también ha puesto la lupa en el contenido parafraseado. Da igual si lo has reescrito tú a mano o si lo ha hecho una IA: si básicamente estás diciendo lo mismo que otra web sin aportar nada nuevo, también estás en riesgo. La clave está en el esfuerzo, la originalidad y el valor propio que le das a quien te lee. Si lo único que haces es repetir lo que ya existe, Google lo nota, y ten por seguro que te bajará puntos.
Otra cosa que no le gusta nada a Google es que intentes colársela con información falsa o inflada, ya sea sobre los autores del contenido o sobre el propósito del sitio. ¿Dices que eres experto en algo sin pruebas que lo respalden? ¿Tu web parece una cosa pero en realidad es otra? ¿Está montada solo para ganar dinero sin pensar en el usuario? Si es así, corres el peligro de que tu sitio sea penalizado.
Entonces, ¿se puede usar IA para crear contenido? Sí, pero como mínimo tienes que cumplir unos básicos:
- Debes dejar claro si el contenido ha sido generado total o parcialmente con IA.
- Debes explicar cómo se ha utilizado esa tecnología.
- El objetivo no debe ser manipular resultados, sino aportar valor real al usuario.
Con estas instrucciones, Google anima a los creadores a ser transparentes sobre los procesos de creación del contenido, especialmente cuando interviene automatización.
¿Y esto asegura que el contenido que crees con IA se posicionará bien en Google? La realidad es que no, pero al menos no te penalizará. Si lo que buscas es llegar a lo alto del ranking, nada como un buen contenido creado por un autor especialista en la temática, con una visión personal del tema, bien documentado y con aportaciones originales que rompan con lo típico que todo el mundo escribe en internet.
¿Nuestra recomendación?
Cambia el enfoque. No le digas a ChatGPT sobre qué escribir y cómo hacerlo. Usa ChatGPT para saber cómo enfocar tú la escritura de un artículo o contenido. Pídele que te dé ideas, que detecte errores, que proponga estructuras de contenido, que sugiera mejoras sobre lo que redactas, que te ayude a coplementar o desarrollar ciertos apartados.
Pero no le pidas un texto completo y mucho menos lo vuelques en tu web tal cual. Porque ya te avanzamos que eso no va a funcionar. Si creas contenido con IA, que sea con intención, con curro y pensando en el usuario. Y para ello, nada mejor que ser creativo, ingenioso y capaz de trabajar nuevos modelos, formatos y enfoques a la hora de elaborar contenido.
Recuerda: la IA es un apoyo, un instrumento más que puede facilitar ciertos procesos, pero el verdadero valor añadido está en la autoría y en la vuelta de tuerca que una persona puede darle a un texto o un contenido web.
¿Cómo asegurar que tu contenido sea útil?
Google propone una serie de preguntas que todo creador debería hacerse la hora de crear contenido para SEO:
- ¿Responde mi contenido a una necesidad real del usuario?
- ¿Está basado en conocimientos o experiencias directas?
- ¿Podría alguien considerar este contenido confiable y digno de ser compartido?
- ¿Se nota que ha sido trabajado con dedicación?
- ¿Explico claramente quién lo ha escrito y con qué propósito?
Responder honestamente a estas preguntas es clave para mantener tu sitio en sintonía con los estándares de Google y, más importante aún, con las expectativas reales de tus usuarios.
En resumen: menos truco, más trato
La era de los atajos y las técnicas manipulativas ha terminado, es el momento de impulsar la autenticidad y el valor real. Google ha dejado muy claro que la utilidad, la naturalidad, la fiabilidad y la originalidad son más importantes que cualquier estrategia forzada o automatizada.
En este nuevo panorama del contenido orgánico, tendrán éxito aquellos que entiendan que el contenido web es una herramienta para conectar, informar y servir. Cuando pongas eso en práctica, los clics vendrán solos.
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Crea contenidos como si Google no existiera. Escribe como si tu lector estuviera frente a ti y apórtale todo lo que pienses que le puede ser de utilidad, como si tu reputación dependiera de ello. Porque en realidad, depende de ello.
Las palabras clave tienen que estar ahí, sin abusar de ellas, pero considéralas una guía de lo que tu cliente potencial está buscando o necesita, y no como un mero término para incluir en el texto.
